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    Las mujeres cuidamos, pero nos sentimos culpables por descansar: investigación feminista

    Xalapa, Ver.- Todas las mujeres, de alguna manera, hemos aprendido desde muy temprana edad a cuidar y esto nos causa malestares y resistencias; también estamos cansadas y nos sentimos culpables cuando descansamos, es el hallazgo más importante de la investigación que realizó Mónica Nereida  Huerta Torres como estudiante de la Maestría en Estudios de Género (MEG) de la Universidad Veracruzana (UV). 

    La tarde del jueves 9 de mayo, Mónica Huerta defendió ante el jurado su tesis de maestría titulada “Malestares y resistencias de las mujeres ante el trabajo de cuidados: estudio de caso en tiempos de Covid-19”, resultado de una investigación de dos años con un grupo de mujeres en un municipio rural-urbano de la zona montañosa del estado de Veracruz. 

    En entrevista, la ahora maestra en Estudios de Género explicó que su investigación trata sobre el trabajo de cuidados que realizan las mujeres, “desde que compramos los ingredientes para la comida, la preparamos, limpiamos la casa, cuidamos a los enfermos, cuidamos a los bebés, lavamos la ropa, cambiamos los pañales… todo eso que son distintas actividades que sostienen la vida, que produce que las personas pueden seguir viviendo”. 

    Entre sus resultados, Huerta Torres señala que el más importante, es que todas las mujeres hemos aprendido a cuidar, pero, al ser un trabajo de todos los días provoca cansancio. Sin embargo, pese a sentirse cansadas, las mujeres sienten culpa por tomarse un descanso, sin importar su condición económica o su nivel de estudios. 

    “…hemos aprendido a cuidar y cómo este trabajo se realiza todo el día, todos los días, pues cansa un montón, y que todas estamos cansadas y que todas nos sentimos culpables por descansar y que hemos aprendido a poner primero a las demás personas y no importa cual es tu grado de estudios, tú situación económica, todas de alguna manera pasamos por eso y nos trae malestares, o sea, nos hace sentir mal de alguna manera, sentimos dolores…”, explicó. 

    Sobre el impacto de su investigación en la sociedad, Mónica Huerta indicó que se puede tomar como una invitación para que todas las personas cuestionen el cuidado que dan y el que reciben, nadie está exento de los cuidados, “porque si no, no habría vida”. 

    “El hecho de que siga habiendo vida es porque alguien ha estado cuidando. Entonces estaría muy agradecida de que en todos los ámbitos en los que estamos pudiéramos cuestionar esto, poner el cuidado en el centro, en nuestro trabajo, en todos lados”, agregó Huerta Torres. 

    Al ser cuestionada sobre quiénes reciben el mayor beneficio del trabajo de cuidado que realizan las mujeres, la maestra en Estudios de Género señaló que son los hombres, porque ellos no son educados para cuidar de la misma manera que ellas. 

    “A los hombres se les ha enseñado que ellos no tienen que realizar trabajo de cuidados. No significa que no lo hagan, pero no lo hacen de la misma manera que las mujeres y con la misma cantidad o frecuencia y eso hace que ellos no se sientan cansados. Y  también pensando que vivimos en una sociedad patriarcal, en la que muchas veces los hombres están en puestos de poder, pues no tienen consideración por las mujeres que cuidamos”, abundó al respecto. 

    Para mejorar en este tema, es importante que el Estado genere políticas públicas en el tema de cuidados, pues, aunque ha habido avances, culturalmente hay rechazo hacía los cambios. 

    Una vía en el aspecto cultural podría ser que las madres jóvenes, gracias a la información que se observa en redes sociales, empiezan a cuestionar la sobrecarga  que tienen en el área de cuidados y han empezado a enseñar a sus hijas e hijos a cuidar por igual. Sin embargo, ellas se enfrentan a la crítica y resistencia de las personas mayores que no ven con buenos ojos estos cambios. 

    “Algo que pesa mucho es que hay generaciones de personas mayores que no están de acuerdo con esto, que es visto como algo malo. ¿Cómo un hombre va a ir a barrer?, ¿cómo va a lavar los trastes? Y como a las mujeres nos han enseñado siempre de toda nuestra vida, que las cosas tienen que ser de una manera, que solo nosotras tenemos que cuidar, cuando queremos que sean diferentes nos sentimos culpables”, explica Mónica Huerta. 

    Por esto es importante la política pública, que el Estado implemente acciones a las que todas y todos podamos acceder y cumplir. De la misma forma, se debe actuar para reflexionar y cuestionar estos temas en los entornos cercanos, con las familias, con amigas/os o compañeras/os de trabajo. 

    “En México hay avances. También la reforma educativa ya habla en los libros de textos sobre el trabajo de cuidado. Entonces creo que son muy importantes los cambios culturales, que como cultura empecemos a cambiar esto. Creo que sí vamos hacía allá, también creo que falta mucho, y que por eso es importante que lo hablemos donde podamos, que lo cuestionemos, que lo pongamos en el centro, que cuestionemos cómo es en nuestra casa y también desde nuestro trabajo, desde donde estemos, desde la academia, la educación o de una empresa”, enfatizó Mónica Huerta Torres. 

    Finalmente, la egresada de la MEG, indicó que es importante que todas empecemos a cuestionar el trabajo de cuidados que realizamos, “porque, parece que no, pero es un tema complejo y es necesario verlo desde  diferentes aristas”. 

    La investigación de Mónica Nereida Huerta Torres forma parte de los resultados del Centro de Estudios de Género de la UV, por lo cual pronto podrá ser consultada en el repositorio de  la máxima casa de estudios de Veracruz.

     

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